El Festival de Venecia ha abierto una puerta virtual al mundo de los ancestros con Floating with spirits, una película de la colombiana Juanita Onzaga que indaga en los ritos viejos para conectar con los espíritus de la naturaleza.“Lo que más me interesaba era unir las dos tecnologías, la ancestral con la contemporánea, y presentarlas como una sola …
Venecia abre una puerta virtual al mundo de los ancestros con ‘Floating with spirits’
El Festival de Venecia ha abierto una puerta virtual al mundo de los ancestros con Floating with spirits, una película de la colombiana Juanita Onzaga que indaga en los ritos viejos para conectar con los espíritus de la naturaleza.
“Lo que más me interesaba era unir las dos tecnologías, la ancestral con la contemporánea, y presentarlas como una sola unidad donde el futurismo y lo ancestral se unen”, explicó a EFE la realizadora.Floating with spirits es una de las numerosas producciones de Realidad Virtual (VR) que el Festival de Venecia acoge este año en el islote del Lazzaretto Vecchio, en el pasado un antiguo hospital para apestados y que ahora ofrece puertas a múltiples mundos de cine.Y Onzaga (Bogotá, 1991) se ha adentrado en esta tecnología para llevar al espectador más curioso a universos invisibles en los que tocar y sentir los fantasmas del pasado es posible.En su película, inspirada en el conocimiento de las “sabedoras” de la comunidad indígena mexicana de Oaxaca, dos hermanitas conservan y revelan el conocimiento místico custodiado desde el origen de los tiempos en las nebulosas montañas mazatecas.Un saber chamánico que los fantasmas a los que rezan llevan cada año al mundo de los vivos durante el Día de los Muertos y que parece más necesario que nunca en un planeta, el actual, herido por su frenética forma de vida y el descuido de la naturaleza.
La idea, explica la cineasta, surgió en Berlín en una conversación con productores de VR y algunos compañeros sobre ritos mortuorios alrededor del mundo y, aunque el primer impulso fue proponer una serie documental sobre el tema, no salió adelante.
Sin embargo, Onzaga se enteró de que algunos productores estaban interesados en invertir en arte inmersivo y se lanzó a ello: “Yo estudié dirección de Fotografía y me interesaba aprender las técnicas para empujar las imágenes al límite y buscar nuevos lenguajes. Por eso pensé que sería interesante hacerlo en VR”, rememoró.
Así surgió su primera producción virtual, Floating with spirtis, con la que ha llegado al prestigioso certamen italiano.
La realizadora no se atreve a prever el futuro de esta tecnología, pero percibe que “hay mucho más interés desde el mundo del arte y de la distribución a museos que hace 10 o incluso 5 años”.
Y eso, subraya, hace que “se vaya moviendo la frontera cada vez más” para acoger estos nuevos formatos artísticos.
Por el momento, Onzaga ha firmado con uno de los colosos entre los distribuidores de VR, “Astrea Immersive”, y ahora se abrirán “distintos caminos” para su película: primero los festivales y luego museos de arte contemporáneo o plataformas digitales para que quien quiera pueda ponerse las gafas y viajar desde su propia casa.
Pero Onzaga se muestra especialmente entusiasta con sus proyectos de cine de toda la vida.
En estos momentos se encuentra “a full” (de lleno) preparando su ópera prima de ficción, Las tierras que te buscan, que espera empezar a rodar el próximo año, mientras que este octubre estrenará cortometraje en el Festival de Gante por su cincuenta aniversario.
La realizadora, pese a su juventud, ya se ha dado a conocer en otras capitales del cine europeo: en 2017 llevó a la Berlinale su corto La jungla te conoce mejor que tú mismo, premio al mejor guion en la Sección “Generation 14 plus”, y un año después llevó a Cannes Nuestro canto a la guerra.
Ahora ha desembarcado en Venecia, el certamen de cine internacional más antiguo del mundo, para abrir un portal a una nueva dimensión, una meta “ideal” desde la concepción misma de Floating with spirits, según reconoce.
“Ha sido superbonito porque Venecia es el primer lugar al que queríamos venir al ser el festival de clase A que más espacio le da a las creaciones de VR. Era nuestro ideal”, celebró.